DR PABLO ALBAN
Mi percepción del periodismo no puede estar desligada de la comunicación humana en la historia, desde antes de la escritura pasando por el obscurantismo medieval hasta la era tecnológica vía Internet.
Desde los hombres habitantes de la caverna (la metáfora) de Platón se repite la audiencia presa en la ignorancia en los siglos medievales cuando el conocimiento predominaba en una reducida élite casi exclusiva sacerdotal como si la vida estuviera regida por dogmas, imposible adaptarse al cambio.
La metáfora de la “Caverna de Platón” en el que se grafica a prisioneros en una cueva solo pueden mirar en una dirección, porque están encadenados y tienen tras ellos un fuego y enfrente una pared. Entre ellos y la pared no hay nada, todo lo que ven son sus propias sombras o de los objetos que se hallan detrás de ellos, proyectadas sobre la pared y por el fuego. Inevitablemente consideran estas sombras como reales y no tienen idea de los objetos a los que pertenecen. Uno de ellos logra escaparse de la cueva y por primera vez ve la luz del Sol, considera que su deber para los que antes eran sus compañeros de prisión, bajar y enseñarles la verdad.
Hasta la llegada de la Imprenta siglo XV y la difusión del libro y los diarios con su mejor agente el periodista (en la metáfora de la Caverna) representaría al hombre que se escapa de la cueva hacia la luz del Sol (la noticia, el conocimiento, la sapiencia, la instrucción, la filosofía), se da cuenta que hasta entonces ha sido engañado por sombras (la ignorancia). El trabajo no sería fácil convencer a los quedaron en la cueva, persuadirlos de que las sombras no son reales.
La Prensa estadounidense considerada por la nuevas generaciones de periodistas, como paradigmas a imitar, Horace Greeley, Henry Raymond, Charles A. Dana, hicieron de la prensa un medio de orientación y educación de masas. En contraposición los prototipos de la prensa amarilla sensacionalista Gordon Bennett, Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst, denunciados porque abusaban de titulares sin la imparcialidad y rigor periodístico, el único objetivo era vender la mayor tirada posible sin tener en cuenta la autenticidad y objetividad de los datos. Con el poder absoluto nadie era capaz de oponerse a sus publicaciones.
Greeley salió al frente de Bennett, acusándolo ante la opinión pública, señalando: “Los periodistas que buscan el éxito en el escándalo, son más culpables que los asesinos, cuyas hazañas cuentan de manera tan minuciosa”. Coincidencia o no, no es inusual que magnificar actos policiales reprobables genera un efecto dominó en la población.
Pulitzer y Hearst, ambos magnates, con publicaciones patrioteras incendiarias, desencadenaron la guerra de EE.UU. contra España, al poner a la población norteamericana contra los españoles a raíz de la falsa causal del hundimiento del acorazado Maine en La Habana. A partir de entonces este tipo de patraña es conocida como “prensa amarilla”.
En nuestro medio, la actitud del diario “La República”, que el viernes 7 de marzo 1997 publicó en primera plana “EL TUNEL SI EXISTE”, poniendo al descubierto el plan de acción del Gobierno, mes y medio antes del rescate de los 72 rehenes de la casa del Embajador de Japón, llevada a cabo el 22 de abril de 1997. Fanatismos ideológicos primaron sobre la ética periodística, pone en la balanza lo políticamente correcto.
La historia nos muestra sobre los peligros a que se exponen los corresponsales de guerra, aquí en el Perú, son recordados los mártires de Uchuraccay, loa ocho periodistas cruelmente asesinados originada por la desidia gubernamental de no implementar un lineamiento político de enfrentamiento al demencial terrorismo de Sendero Luminoso.
Llegada de la era virtual el Internet convertido en red mundial, tienden a aparecer nuevas reglas de juego en lo que es lícito o no en el quehacer periodístico; aparece Julián Assange por quien sus adeptos solicitan se le otorgue el “Premio Nobel de la Comunicación”; calificado como autodidacta, programador y periodista, cuestionado por el país de las libertades Estados Unidos, a causa del vídeo “Asesinato colateral” donde se muestra como un helicóptero estadounidense dispara contra civiles en Irak, en que fallecieron, entre otros, dos periodistas de Reuters. Siguen innumerables informes hasta la difusión de las imágenes. El Pentágono había sostenido que las muertes se habían producido durante un enfrentamiento entre tropas estadounidenses e insurgentes. Al comienzo de este año, WikiLeaks, pone al descubierto cables desclasificados del Departamento de Estado de EE.UU. que causa conmoción las altas esferas políticas, creando malestar por revelar el alter-ego de las élites.
Queda un pregunta ¿La libertad de Prensa es irrestricta? Que la limita, somos testigos que por factores ideológicos políticos o sensacionalistas se pone en peligro la integridad de las personas y por seguridad de Estado se ocultan pruebas incriminatorias de graves violaciones de los Derechos Humanos.
Creo que la labor del periodista es su preparación enciclopédica tiende a la especialización, en sus tres estructuras de mensajes: informativo, interpretativo o de opinión.
Buscando un estilo periodístico no hay duda, debe ser claro “porque debe alcanzar a un público más amplio y heterogéneo. Conseguir que le pensamiento de quien escribe penetre sin esfuerzo en la mente del lector. Ser preciso, “transmitir los hechos ocurridos lo más fielmente posible a la realidad”. La concisión, “se preconiza que la inteligencia al escribir está en la síntesis”. Un estilo original “que no plasme un estilo muerto, sin imagen, sin color, sin relieve, sin imprevistos”
De acuerdo con Gabriel García Márquez cuando afirma que “La investigación no es un género del periodismo, sino que todo periodismo debe ser de investigación por definición” con métodos y técnicas de acuerdo al género a utilizar
Siempre hay disyuntiva en el significado libertad de expresión ligada a la de empresa, quizá esa atadura se va desanudando con el avance de la tecnología virtual, los cibernautas y sus páginas web, WikiLeaks ha trastocado el sistema, no hay duda, se dará inicio a nuevos parámetros en la organización de las comunicaciones.
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